miércoles, 17 de octubre de 2012

Digresión (I): La muchedumbre conectada


Cómo no sólo de análisis de datos vive el hombre investigando, sino que además intenta leer algo de letra impresa superior a 140 caracteres, iré publicando aquí algunas reflexiones que, aunque no directamente relacionadas con el motivo de este blog no están, en esencia, tan lejos: digresiones para seguir el hilo de la cuestión.

Por casualidad he tenido que leer recientemente el clásico (y por ello ya olvidado) texto sociológico de David Riesman titulado La muchedumbre solitaria (resumen aquí). La tesis (fuerte, muy fuerte) del texto es que existen diversos tipos de personalidades sociales que responden a diferentes dinámicas poblacionales. Así, las sociedades de alto potencial demográfico (alta natalidad y alta mortalidad) generan caracteres que hacen de la tradición el centro de su dirección, las sociedades de equilibrio poblacional (alta natalidad y bajada de la mortalidad) generan caracteres internamente dirigidos (valores permanentes que, imbuidos desde la infancia, rigen la vida de las personas). Finalmente, las sociedades de evolución demográfica declinante (baja natalidad y baja mortalidad), que es la época actual (el autor lo escribió en los años cincuenta del pasado siglo), buscan en los otros la dirección de su vida. Son individuos que buscan la aprobación de los demás para certificar que actúan correctamente: lo que es común a todos los individuos dirigidos por los otros es que sus contemporáneos constituyen la fuente de dirección para los mismos, sea los que conoce o aquellos de los cuales han sentido en los medios masivos de comunicación (…) lo único que permanece inalterable durante toda la vida es el proceso de tender hacia ellas y el de prestar profunda atención a las señales procedentes de los otros”.

Los individuos dirigidos por los otros ya no valoran como esenciales los conocimientos “técnicos” para la movilidad social, sino que ahora son más importante las redes de relaciones, de contactos, para promocionarse: “la movilidad sigue existiendo, pero depende menos de lo que unos es y de los que uno hace, y más de lo que los otros piensan de uno y de cuan competente es cada individuo para manejar a los otros y dejarse manejar”. Mientras la movilidad social del carácter internamente dirigido responde a las necesidades en una sociedad caracterizada por la escasez (unas necesidades que son más o menos finitas y reconocibles con antelación), la movilidad social del carácter dirigido por los otros responde más a los gustos que a las necesidades, y éstos son esencialmente infinitos, susceptibles de generarse constantemente.

Cuando Riesman escribe este libro está muy lejos de imaginar la posibilidad de una comunicación global como internet ni, mucho menos, la posibilidad de contactar personas que caracteriza a las redes sociales. Para entonces, los agentes de formación del carácter son los padres, la escuela, los grupos de iguales y los medios de comunicación de masas, con los cuales necesariamente se establece una relación unidireccional, hasta cierto punto determinista.

Es difícil no ver en las redes sociales el espacio (la tecnología) ideal para desarrollar ese carácter de dirección por los otros, ese radar (en términos del propio Riesman) que permite captar las tendencias sociales para identificarnos y/o promovernos. Ahora bien, frente a la tecnología centralizadora (donde hay un emisor para infinidad de receptores) de los medios masivos, la web 2.0 se asemeja más a una red distribuida (si De Ugarte me permite utilizar este concepto aplicado a las redes sociales), de manera que se fomenta la horizontalidad y la comunicación bidireccional y, con ello, una ilusión (real o no) de democratización, y de empoderamiento ciudadano. 

En la otra orilla, mientras el político interiormente dirigido es un moralista, el que se mueve en la dirección por los otros sabe de ellos a través de los sondeos de opinión (genérico) o bien del contacto unipersonal en la cercanía de la política local. Las redes sociales proporcionan nuevas (y de una potencialidad ahora mismo inimaginable) oportunidades de fomentar el contraste de opiniones más allá de los procesos participativos presenciales que tantas limitaciones conllevan. La web 2.0 inaugura nuevos espacios deliberativos que proporcionan más información, mayor bidireccionalidad y más contraste de opiniones -públicas- a la hora de tomar decisiones.

La muchedumbre, al conectarse, se personaliza, mitigando su soledad y la de aquellos que deben tomar las decisiones. 

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Cuando publican sus tweets los ayuntamientos?


¿Publican los fines de semana? ¿Sólo en horario laboral? Gracias a uno de esos muchísimos programillas que analiza Twitter, en este caso Xefer, podemos saber a qué horas y qué días publican los ayuntamientos en sus cuentas. 

Respecto a las horas, la mayoría de ellos publican sus tweets, como era previsible, entre las 10:00 de la mañana y las 14:00 horas. Las mayores puntas se dan entre las 11:00 y 12:00 horas. 




Respecto a los días de la semana en que más han publicado los ayuntamientos éstos son el jueves y el viernes, aunque el resto de los días de la semana están muy igualados en porcentajes. 

Las categorías
Para mejor analizar estos datos se podría diseñar unos perfiles referentes al cuándo se publica. Así, tendríamos horarios madrugadores, laborales, vespertinos, nocturnos o trasnochadores. Los madrugadores serían aquellos tweets que se publican de 7 a 8h, y que representan el 5,9% del total de publicaciones en las cuentas. El ayuntamiento que más uso hace de este horario es el de El Prat de Llobregat, que publica el 22% de todos sus tweets en este horario. Los laborales puros, que incluyen el horario laboral hasta las 15h representan la mayoría de los tweets (65,4%), siendo el ayuntamiento de Castelldefels (94,3%) el más funcionarial. El horario vespertino, que podría ir de las 16 a las 20h, es el utilizado en el 18,5% de las publicaciones, siendo el ayuntamiento de Manresa el más usuario (un 37,6% del total de sus publicaciones). Los horarios nocturnos (hasta las 23h), cómo no, son minoritarios (5,8% de los tweets), aunque municipios como Roses (28,5) lo utilizan en un alto porcentaje. Finalmente, tenemos los verdaderamente trasnochadores (24h a 6h) que, esperemos, utilicen herramientas como Hootsuite (software que permite programar cuándo se quieren publicar los tweets) y no tengan funcionarios trabajando a esas horas. Sorprende que sean un 6,8% del total de publicaciones y que Girona, por ejemplo, publique el 29,7 de sus entradas a esas altas horas de la madrugada. 




Respecto a los días de la semana, se podría diferenciar claramente entre las publicaciones laborales (de lunes a domingo) que son casi el 88% del total y las que fines de semana, que llegan al 12% (de las cuales, más de la mitad son los domingos). 

Una pregunta que cabría hacerse es si esta diferenciación en el cuándo responde a una diferenciación en los contenidos o, bien a la voluntad de "estar presente" en diferentes horarios. De una observación del twitter de algunos ayuntamientos que utilizan horarios peculiares no parece que el horario de la publicación tenga relación con el contenido de los mismos. 

En cambio, la publicación según el día de la semana sí que responde a una diversidad de contenidos, de manera que en los fines de semana los tweets hacen referencia a actividades lúdicas o de agenda del alcalde. No es casualidad que los ayuntamientos que más publican los fines de semana sean, mayoritariamente, turísticos. 

...y ¿cuándo son las mejores horas para publicar?

Imagino que...depende. Pero vía Carlos Guardián llego a la aplicación Timely que, analizando cuales han sido los tweets con más impacto de los últimos 199 publicados determina cuales son las mejores horas para cada cual a la hora de publicar y conseguir más presencia en Twitter. Ello lo hace indicando las cuatro horas con más "éxito". A partir de los datos obtenidos para el conjunto de las cuentas municipales hemos realizado dos ejercicios: primero conocer cuales son las horas más recomendadas para el conjunto de las cuentas y, segundo, ver cómo se ajustan las cuentas a esas recomendaciones. 

Si hacemos el sumatorio de las "recomendaciones" que realiza Timely para el conjunto de las cuentas municipales se observa que las 13:00h y 14:00h son las más recomendadas para twittear. Sorprende que existan tantas menciones a las 24:00h como una buena hora de publicar. 

Si observamos entre práctica y recomendación vemos resultados confluyentes, dado que la recomendación del programa no puede ser ajena a la práctica real y a la posible "costumbre" del usuario al ritmo de las diferentes cuentas. Ahora bien, hay dos resultados interesantes, en la diferencia entre menciones de recomendación de Timely y porcentaje real de tweets publicados por los ayuntamientos. El mayor diferencial se da en los valores de las 24:00h, muy recomendado y poco utilizado por las cuentas municipales, y, en el mismo sentido, las 12:00h, el mediodía, que es menos utilizado de lo que, según ese programa, debería ser.